Torelló 06 de junio 2015:
Y llegó la Tracks del Diable Non-Stop. Tracks que iba a ser muy
especial dada la participación masiva de Cebolletos. Por riguroso orden
alfabético, estos fueron los valientes que asistieron a tan mítica cita:
- Por la Tracks del Diable Silver (103 km +3.030 mts)
Afaito
Charly
Isaac
Juanfra
Juanma Pons
Lidia
Marcos
Mario
Miguelón
Miker
Oscar
Puchini
Sebas
Sergi
- Por la Tracks del Diable Bronce (46 km +1.346 mts)
Joni
Rubén
De momento este año nadie se ha atrevido con la versión Pro (196 km +5.355 mts), pero seguro que todo se andará en futuras ediciones.
Parte de la expedición CDT se desplazó el viernes a Torelló
para hacer noche. Al resto le tocaba madrugar y mucho. A las 5:30 nos
concentramos en la explanada del mercado. Como siempre no falta la típica
pregunta: ¿quién tiene una macha de pie? ….
La hora de salida de la Silver era las 7:30 y la
Bronce a las 8:00.
Poco antes de las 7:30 foto de rigor:
Al poco de tomar la
salida de la Silver los gps comenzaron a pitar con el aviso “fuera de track”.
¡Pues empezábamos bien!. Resulta que el track en estos primeros compases no
tiene el recorrido exacto. La salida es neutralizada hasta las afueras de
Torelló. Se trata de seguir el pelotón, aunque no hubiese estado de más que el
track reflejase correctamente también esta zona del recorrido. Este “incidente”
no hizo más que alimentar los incipientes recelos hacía el gps.
Para muchos realizar una prueba de estas características sin
un recorrido señalizado y con la única ayuda del gps era algo novedoso. Es el
espíritu de la Tracks aunque también es cierto (y esto es una opinión personal) que la organización debería mejorar un pelín la exactitud del track que
proporcionan a los participantes.
Pronto dejamos Torelló y comenzó la faena. Ya desde el primer kilómetro subiendo y así hasta el dieciocho donde estaba ubicado el primer avituallamiento. En esta parte del recorrido ya pudimos
disfrutar de los primeros senderos. A partir de aquí una larga bajada hasta
L’Esquirol que invitaba al optimismo y luego, a partir de Cantinogros, otro
pequeño infierno. Esta zona tenía tramos realmente duros y : ¡sólo nos
estábamos acerando al kilómetro 33! A
partir 33 tocaba disfrutar de unos senderos de bajada muy divertidos que
nos llevaron hasta Tavertet.
Nuevo avituallamiento en Tavertet.
Estábamos en una de las
zonas más bonitas del recorrido por las vistas que ofrece L’Avenc. Lástima que
el avance se tornaba cansino por la impasible pendiente que había que ir limando
a golpe de pedal.
El siguiente objetivo era Rupit una bonita localidad a la
que se llega en bajada después de coronar cima en el kilómetro 44. Y de Rupit
hasta Collsacabra nuevamente nos esperaba una subida larga y agotadora.
A estas alturas de la carrera comencé a notar los rigores de
la Tracks. “Lo caloret” apretaba y el
terreno no daba respiró. Ya en busca de la cuestas de la muerte los senderos se
sucedían implacablemente, subiendo, bajando y a pie. En uno a punto estuve de irme barranco a bajo
al chocar con el manillar en un árbol.
Y con esos pensamientos llegué al último avituallamiento
donde comenzaba la temida “cuesta de la muerte”; tres infernales kilómetros a
un 12% de desnivel medio que me helaron el ánimo. Con todo metido costaba
horrores avanzar. El cansancio acumulado, el calor y el vivo gradiente me estaban cocinando. Tuve que parar un par de veces afligido por la dureza del
castigo al que me estaba sometiendo la Tracks.
Coronar este infame puerto supuso un alivio infinito, … aunque la Tracks
aún no estaba hecha. Quedaba bajar, y no veas que bajada. Con el gps pitando a
cada momento “fuera de track” parecía un caza seguido por misiles enemigos. ¡Maldito archivo gpx! y ¡maldito gps!. Apunto estuve de pasarme el desvío hacía un
sendero lleno de escalones de piedra que no tuve narices a bajar montado en la
bici.
Pasado Sant Pere de Torelló iba tan rallado que al final me despisté y
perdí el track. Tras uno momentos de maldecir al gps y la madre que lo parió
fui tirando y acabé llegando a Torelló por el camino que habíamos llevado a la
ida, lo que implicó subir algún repecho extra y el consiguiente
mosqueo.
Tras orientarme por la calles de Torellò conseguí encontrar
el polideportivo donde ya una buena representación de la grupeta CDT descansaba
sobre el césped. Gritos de ánimos y la
tracks ya estaba liquidada.
En general las cosas fueron bien para todos. Aunque algunos
se perdieron, como Sebas que acabó haciendo una tracks “a medida”, todos
estábamos muy satisfechos de la aventura. La verdad es que la Tracks es una de
esas pruebas que vale la pena hacerla alguna vez en la vida.
Y como no, Lidia, nuestra campeona, logró alcanzar el
pódium. Enhorabuena.
Y eso fue todo. Para quien sienta curiosidad aquí están las
clasificaciones oficiales con el drive- throught de Sebas, je,je…