CRÓNICA CHALLENGE
BARCELONA-MARESME
30 de
Septiembre de 2012 fue la fecha elegida para realizar el Challenge, mi segundo
Ironman en 4 meses. El objetivo lo tenía muy claro bajar de once horas, después
que en el Ironcat terminara con un tiempo de 11 horas 12.
Aunque terminar en ese tiempo fue algo que no
me esperaba en absoluto después que a principios de año una fisura por stres en
la tibia me impidiera correr durante
cuatro meses y viéndose muy condicionados mis entrenos en las otras
disciplinas. Cuando tan solo faltaba poco mas de un mes, pensaba en hacer solo
la natación y la bici para después quedarme a animar a mi s compañeros. Pero
cual fue mi sorpresa que aguanté sin parar hasta el km 35 de la maratón y
acabando como pude, pero logrando ser Finisher y en un tiempo con el que
tendría que haber estado más que contento. Pero yo sabía que podía hacerlo
mucho mejor así que haciendo caso omiso al dolor y cansancio que aun sentía
tras la prueba, tres días más tarde decidí apuntarme al Challenge. Tenía que
demostrarme hasta donde podía llegar pudiendo llevar unos meses de entrenos
adecuados. Aún sabedor que el verano sería más que movidito….
Así que
en la mañana del último domingo de Septiembre vuelvo a estar en la playa rodeado
de triatletas enfundados en sus neoprenos para disponerme a dar hasta la última
gota de mi energía en la que es considerada como la prueba de un dia mas dura
del mundo.
cinco
minutos más que en el Ironcat, pero era lo que me esperaba. Pues mis entrenos
de natación fueron enfocados hacía la resistencia con series largas de 1000 y
1500 metros en sesiones de 4500 a 5000 metros
en vez de las series rápidas de 100 , 200 y 400 metros de los primeros
meses del año. Sabía que perdería unos minutos en el agua pero mi objetivo era
hacerme lo mas resistente para poder hacer la maratón sin parar.
Entro
en la carpa de boxes, me quito el neopreno y rápidamente salgo a recoger mi Kamehameha la cual está sedienta de km.
Salgo de box y me subo a la bici, me calzo las zapatillas en marcha
y a por
el segundo segmento de 180 km. Hasta salir del pueblo de Calella un par de km
callejeando para dirigirnos a la nacional II donde por fin ya puedo acoplarme y
rodar como a mi me gusta.
Durante los primeros 40 km continuo
adelantando a gente hasta que ya enlazo con triatletas de más nivel con los que
voy alternando posiciones. En Ironman no está permitido el drafting o chupar
rueda como en el ciclismo en ruta o triatlones cortos, pero llevar a alguien de
referencia también ayuda. El ritmo que llevo es ya muy superior al que llevaba
en el Ironcat, los primeros 90 km hago una media de 37.1 cuando en el Ironcat
hice 31.6 así que decido aflojar un poco. Recuerdo constantemente las palabras
de Pedro diciéndome una y otra vez que eleve la cadencia y no me atranque así
que en todo momento intenté llevar un pedaleo lo más fluido posible. El recorrido
por la NII nos ofreció un asfalto en unas condiciones más que buenas, sin
ninguna subida fuerte pero si con constantes toboganes donde hacía falta bajar
piñones y ponerse de pie para mantener el ritmo.
Por el
km 120 ya vi que iba a bajar casi media hora las 5 horas 28 del Ironcat así que todo iba según lo
planeado y no era necesario un desgaste extra que podría pagar en la maratón
por lo que reservo energías. Por el km
160 ya empiezo a estar cansado de darle a los pedales y tengo ganas de empezar
a correr. Últimos kms y nos dirijimos de nuevo por las calles de Calella a
boxes. Bajo de la bici en un tiempo de 5 horas 08 una media de 34.4 y 20
minutos menos que en el Ironcat así que todo marcha bien.
Entro
en boxes y veo a mi hermano y su novia Patri cosa que me anima mucho. Dejo la
bici y de nuevo entro en la carpa para calzarme las bambas y disponerme a
correr el último segmento, la carrera a pie.
Por
delante cuatro vueltas de algo más de 10 km que suman el total de los 42.195 km
de la maratón. Empiezo a un rtimo cómodo, después de más de cinco horas sentado
en la bici el cuerpo necesita unos km de adaptación, y no quiero arriesgar a
que alguna rampa inoportuna aparezca. Paso por la zona de meta donde se
congrega la gran mayoría del público y saludo a mi hermano y Patri contento y
con buena cara. Me veo con fuerzas y muy entero por lo que decido en esta
segunda vuelta apretar un poco. Por el camino ya mucha gente andando, algo que
ni por asomo entraba en mi cabeza. Nuevo paso por la zona de meta y completo la
media maratón muy entero. Miro el crono y llevo un tiempo de carrera de 8 horas
24 por lo que tenía 2 horas 36 minutos para completar la maratón y bajar de las
once horas. Mantengo el ritmo, pero en el km 26 aparece el temido muro de la
maratón. Como me pasó en el Ironcat en este punto el cuerpo da un bajón
repentino y las fuerzas parece que de repente te abandonan, pero esta vez estoy
más preparado tanto física como mentalmente y no estaba dispuesto a bajar el
ritmo en ningún momento costara lo que costara. Las piernas empiezan a pesarme,
a dolerme, el cansancio empieza a ser muy muy alto. La visión del resto de
competidores tampoco es que anime mucho, mucha gente andando, estirando, alguno
vomitando, ambulancias y motos recogiendo y llevándose a gente para ser
atendida… Pero la mente tiene que ser fuerte en esos momentos y nada puede
desviarte del camino y objetivo marcado. Entro por tercera vez a la zona de
meta, esta vez no tengo fuerzas ni para chocar la mano de mi hermano.
Miro el
crono y en la tercera vuelta he podido mantener el ritmo pues el crono me marca
9 horas 16 por lo que para esta última vuelta tengo 15 minutos de margen
respecto a las anteriores y aun así bajaría de 10 horas 30 que sería algo
increíble. Han sido muchas horas de entreno, muchas tardes bajo el sol y muchos
madrugones los dias de fiesta por lo que el objetivo de bajar de 11 horas se
quedó corto y ahora lo que quería era bajar lo máximo posible de 10 horas 30.
Ya el dolor y el cansancio era increíble, las ganas de parar de correr y
ponerme a andar eran incesantes, pero ahí es donde el Espíritu Ironman aparece
y te hace sacar fuerzas de donde no las hay. Una y otra vez por mi mente pasa
la frase: EL DOLOR ES PASAJERO, LA GLORIA ETERNA qué era una hora de sufrimiento
comparado con lograr algo en lo que hace muy poco tiempo parecía más que
imposible y duraría para toda mi vida? Así que cerré los ojos y solo por mi
mente pasaba el dar otra zancada, y otra y otra!!!! En situaciones así te das
cuenta del poder de tu mente y donde puede hacerte llegar, cuando tu cuerpo
hace mucho que hubiera abandonado. Paso el cartel del km 36, como diría rambo
no me sentía las piernas, ni tan solo podia correr recto, pero tenía que
correr, CORRER!!! Km 40 Oigo la música y al speaker, ya queda muy poco!! Entro
en la alfombra roja, estoy a pocos metros de la meta
Miro el
Marcador del Arco de Llegada y marca un tiempo de 10 horas 36, o sea 10 horas
16 de mi carrera. He podido mantener el ritmo hasta el último km. No solo he
logrado mi objetivo, me he acercado a las 10 horas!!! En esos momentos muchas
cosas pasan mi cabeza, todo el esfuerzo a valido la pena. Ahora se que soy un
auténtico IRONMAN!!!!
7 comentarios:
Gran hazaña y gran crónica. La próxima ya sabes maillot de cebolleto y 2 puntos para la saca!!! jajajaja.
Enhorabuena !!!
¡Enhorabuena Ruben!. Te ha salido un Ironman redondo y una buena crónica. Disfrutalo porque te lo has ganado a pulso.
Un saludo.
Solo de leerlo me dan rampas... jejeje
Yo me he meado encima...
Ruben, eres grande!!!
Felicidades por tu gran y fantástico carrerón en una prueba que pocas personas puede terminar y menos en esos tiempazos, increíble solo de pensarlo tengo ganas de sentarme
Felicidades Rubén yo pienso como el aupa me dan rampas de pensarlo. Ahora a entrenar para intentar mejorarlo, un saludo
Enhorabuena Rubén. No nos conocemos pero la gente que sois capaces de semejantes hazañas despertáis en mí una admiración enorme... aunque para mí, como siempre le digo a mi amigo Belvis, la proeza es todo el tiempo dedicado a entrenar para conseguir estos resultados, tiempo robado al descanso, a la familia, a los amigos, al rascarse los cataplines... Admiro esa constancia vuestra.... Un saludo...
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