Selènika 2014 con Nutriland

Creo que nunca antes asistieron tantos Cebolletos a una prueba como en esta edición de la Selènika.

A pesar de que la previsión meteorológica no era nada halagüeña, las ganas e ilusión de unos y la ambición de otros, propiciaron esta masiva participación. Y es que la Selènika nos pone a cien. 

Este año nos esperaban 96 km y 2.787 m de desnivel acumulado.  La cosa pintaba durilla pero eso la hacía más temida e interesante.

Una auténtico Dragon Khan para poner a prueba las piernas y desafiar al hombre del mazo y al electricista.

Afortunadamente íbamos bien asesorados y surtidos en cuanto a la alimentación deportiva por Nutriland para precisamente evitar penurias innecesarias. Sales, geles, barritas y el imprescindible magnesio siempre van muy bien para complementar la alimentación de los avituallamientos. 

Como es de rigor en estas ocasiones, tocaba madrugar. A las 5:30 habíamos quedado en la explanada del mercado para partir todos juntos hacia Navarcles. Allí mismo nos hicimos las primeras fotos de la jornada:

Para evitarnos atascos decidimos ir por autopista y de esta forma, en un periquete, nos plantamos en Navarcles. Aparcamos en la "pole" de los parking. Este año la recogida de dorsales no estaba ubicada en el polideportivo habitual sino en un instituto que hay cerca de la zona de aparcamiento.
En la recogida de dorsales coincidimos con algunos miembros del C.C. SAB : Antu, Petrelli, Carlos, Rubén; con los que intercambiamos saludos y algunas bromas.

Los voluntarios tenían preparado un desayuno a base de magdalenas y café. No era cuestión de que se desperdiciase así que ¡al ataque!: un par de magdalenas y un cafelito con leche para el cuerpo. 

Y tras preparar las máquinas, foto histórica del momento:

¡Es broma!. La foto histórica es esta:

Y es que increíblemente conseguimos hacer una foto de la grupeta al completo justo antes de la carrera.  De izquierda a derecha: Rubén (cebolleto adoptivo), Juan Baena, Juanfra, Super Mario, Sereno, Jony, Luis, Miguelón, Franciso (el presi) y Marcos. Bueno, ahora que me doy cuenta falta en la foto Jordi Oña. ¡Caramba! a ver si otro día conseguimos el pleno.

A las 7:30 la mayoría ya nos habíamos posicionado justo delante del pórtico de salida. Otros se entretuvieron revisando a última hora la presión de las cubiertas con la bomba de pie de Marcos.  Pobre Marcos que mira lo llegamos a marear haciéndole abrir y cerrar varias veces el coche, je,je…

Y llegó el momento de la verdad, y como siempre a las ocho explotó la traca que anunciaba la salida. Envueltos en la humareda de pólvora y con los rescoldos de los petardos aún vivos sobre el asfalto, partimos en salida neutralizada. Parafraseando al coronel Bill Kilgore: “Me encanta el olor a pólvora por la mañana”. Neutralizada pero ojito que aquí todo el mundo quería ir ganado posiciones.

En cuanto dejamos atrás las calles de Navarcles comenzó el recorrido por pista y con él la auténtica Selènika.

A priori pensaba que los diez primeros kilómetros serían peores. Aprox unos 500 mts de desnivel en 10 km pero de subidas cortas y descansos. Era como una escalera de largos peldaños.

Y de ahí hasta el avituallamiento 1 más de lo mismo. Alguna pendiente dura pero siempre corta. Me salte el primer avituallamiento, tire de gel y barrita y para adelante. Las reservas de agua aún me daban suficiente autonomía.

A partir de aquí la cosa cambió y los tramos de subida eran más sostenidos en el tiempo salpicados con otros más intensos. Bajo mi punto de vista en este tramo y en el que luego iría del avituallamiento 2 al 3 fueron los más duros desde el punto de vista altimétrico. En el avituallamiento 2 pit stop rápido para rellenar bidones, comer un poco de fruta y vaciar depósitos internos, ejem... 

Llegando al tercer avituallamiento la sorpresa del día. Primero Puchini dando ánimos cámara fotográfica en mano y aconsejando “¡¡¡Sube piñones!!!”. Y es que a continuación venía una curva cerrada de derechas que daba paso a un estupendo rampote. Y un poco más adelante más Cebolletos animando: David, Sebas, Sergi, Ana, Iker...  Sebas me dio un empujoncito, estilo Tour de Francia.

Como se agradecen esos ánimos, ¡mil gracias hermanos! Y aquí están las fotacas que hicieron:

Sereno que parece que suba silbando

Rubén, pura potencia en acción.

Sergi y Mario negociando la tramposa pendiente

Sergi. Otro que también sube silbando.

Mario, ¡ vamos ahi!

Y nada mejor que una detonación de Nitro para acabar de encarar la subida

El Presi, que me parece que también silba

Ese soy yo.

Jony, como siempre indestructible

Luís sin perder el buen humor

Un poco más arriba estaba el tercer avituallamiento donde paré dos segundos para engrasar la cadena y continuar.

Fue ya pasado el tercer avituallamiento cuando la lluvia fina me alcanzó.  Nada preocupante al principio y supongo que, al igual que el resto de los bikers, alimentaba la esperanza de que el día acabaría aguantando.  Pero poco a poco la intensidad iba en aumentó. En la cima del kilómetro 75 paré a ponerme el chubasquero y a partir de ese momento todo sería diferente…  Ya en ese descenso tuve que quitarme las gafas y pude comprobar que las bajadas se estaban poniendo complicadas.  Para mí se acabó el objetivo de hacer un buen tiempo en la Selènika y pase a activar el modo “supervivencia”.

Todos sufrimos el agua, unos más y otros menos.  Barro, chupados de cadena, picor en los ojos al mezclarse el agua de lluvia con el sudor, … Y para colmo al final estaba la zona de senderos. Muy chulos pero en estas condiciones algo delicados. El ruido de los discos del freno lijando  las pastillas con el barro advertía una vez más de que las máquinas también estaban sufriendo. Y eso significaba más faena y/o dinero para recuperar las bicis después de la Selènika. Este año no habría descanso descanso ni antes, ni durante ni después de la Selènika.

La llegada a meta fue un auténtico alivio. Cada vez llovía más. El speaker anunciaba que se estaban produciendo muchos abandonos. Que de momento sólo habían llegado poco más de 350 personas. 

Me encontré a Sereno ya duchado y vestido y me contó su aventura Selènika. Ya sabéis como es y de lo que es capaz. Al final tuvo la mala suerte de perder el sillín a 20 kilómetros de meta.

Pero eso no lo detuvo. Lo que más le dolió no fue el no poder sentarse, sino el tener que bajarse de la bici en algunas subidas al no traccionarle bien la rueda trasera. Es un caso. También tuvo la mala suerte de caerse llegando a meta con el consiguiente golpe y moratón.

Poco a poco nos fuimos encontrando el resto de la expedición como si fueramos los supervivientes de un naufragio: Francisco, Mario, Sergi, Marcos, Jony, Charly, Juanfra .... Charly y Juanfra estaban muy contentos. Y es que esta era su primera prueba de larga distancia y la habían superado. Lástima que la climatología no acompañase para una ocasión así. Al final, Jordi y Juan (por problemas mecánicos) se retiraron de la prueba. Luís también acabo con la mecánica muy castigada y tuvo que recortar por carretera los últimos 13 km ¡Lástima hermanos! Otra vez será.

Y la clasificación CDT quedó:

Sereno: 5:20 pos 65
Rubén; 5:38 pos 130
Mario: 5:41 pos 145
Sergi: 5:42  pos 149
Francisco: 5:51 pos 192
Miguelón: 6:31 pos 353

Jony: 6:51 pos 465

Charly: 6:56 pos 476

Marcos: 7:23 pos 632

Juanfra; 7:49 pos 724
Luís 6:43  pos 434 (con "drive through" por carretera en los últimos 13 km)
Jordi ---
Juan ---


 Y eso fue todo, como siempre un placer y ahora vamos a por la Travessa.

¡Jerónimo!