Rocaffortina 2015 o la mini Selènika

Rocaffortina 2015 o la mini Selènika

Fue el año pasado cuando descubrí esta pedalada a raíz de Albert, un compañero de trabajo. En aquella ocasión ya me había enrolado para la Travessa Sant Joan Despí-Montserrat. Aunque al final, con la que cayó, ni Travessa ni Rocaforttina.

Así pues, el 2015 tenía que ser el año de la Rocaforttina con sus 55 km y 1.800 de desnivel acumulado. 

En esta ocasión el Team CDT estuvo compuesto por Juan Baena y un servidor. A las 7:00 am partimos de Sant Andreu en dirección a Rocafort. Seguro que muchos conocéis Rocafort por haber pasado con la flaca dirección al Coll d'Estenalles y otros por haber pedaleado esas tierras en la infernal Selènika. Lo cierto es que es una pequeña población llena de encanto y enclavada en una zona privilegiada.

Nada más aparcar fuimos a por los dorsales. El ambiente en este pequeño pueblo era muy agradable y distendido. Bikers de todas las condiciones charlaban y comentaban la jugada. Los voluntarios muy amables y agradables en todo momento. Coincidimos con Juanma de los Herméticos y con un conocido del Pirriato que nos identificó por el maillot.

Poco antes de la salida los Trabucaires animaron el ambiente. Nosotros, que ya íbamos con pocas pretensiones de competir, no pusimos demasiada resistencia y rápidamente nos dejamos seducir por la atmósfera del compañerismo y buen rollo "globeril". Así pues, la salida la tomamos desde muy atrás y fuimos pasto de los primeros tapones. Pero sin agobios, nadie se agobiaba. De verdad da gusto pedalear con gente tan maja.

Los primeros compases de la prueba eran en subida y poco a poco fuimos avanzando posiciones. Con las patas todavía frías este primer kilómetro y medio sirvió para ir templando la musculatura. A partir de ahí tocaba descenso hasta la riera. Fue en este tramo donde Juan se quedó atrapado en otro tapón.

Cinco kilómetros después se acabaron las alegrías y comenzó el tramo de lo que llamaría la mini Selénika. Hasta el kilómetro 22 pista ancha con buenos repechos intercalados con alguna zona de descanso. A mi personalmente se me hizo muy pestoso. Por el primer avituallamiento y punto de control pasé casi sin parar (creo que cogí un par de gominolas). Terreno Espartano y contundente donde las fuerzas iban bajando como la carga de la batería de un smartphone conectado al whatsapp de los Cebolletos. Una escalera al infierno.

La llegada al segundo avituallamiento un alivio. Allí estaba el desvío para el recorrido medio. Pero mi misión eran los 55 km y 1800 mts de desnivel del recorrido largo. A partir de aquí más pista. El sufrimiento no había acabado. La tónica seguía siendo la misma. Y así se llegaba a Mura donde también se habían de afrontar unas empinadas pendientes por las calles del pueblo. Tras dejar Mura atrás, a seguir subiendo con la cabeza agachada y las piernas doloridas. 

En el kilómetro 33 se llegaba a un sendero/trialera con criterio. En Strava está marcado como "DH Torrent Ramonet". Yeah!!! No veas que vicio. A punto estuve de ir al suelo al sortear un tronco donde afortunadamente sólo dejé marcados los dientes del plato y no los míos. 

Esta trialera terminaba en el kilómetro 35. A partir de ahí y hasta el 39 y pico más senderos pero .... estaba vez de subida. Y aquí si que las patas se pusieron a 3.000 Kelvins de temperatura. Iba con otro biker al que pregunté ¿Vols pasar?. Respuesta: "No gracies. Ja m'agradaria." Y así en formación Espartana fuimos tirando sendero arriba. Alcanzamos a otro biker que me amablemente me cedió el paso y se puso a rueda. Au, au!! Yo por vergüenza no aflojaba el ritmo pero ya os digo que si llego a ir sólo me hubiera tomado con más calma esos kilómetros.

Al salir del ultimo tramo enlazamos con brevemente con la carretera donde uno de los voluntario dijo "Vint-i-dos, vint-i-tres i vint-i-quatre. Vinga que aneu molt bé". Llenos de moral por tan buena noticia nos lanzamos sendero a bajo rumbo a Talamanca. Allí estaba el último punto de control donde nos hicieron parar un momento para colocar un "gomet" en el dorsal. Yo aproveché para llenar el bidón y mis compañeros de viaje para seguir y darme el palo. ¡¡¡Buaaaa!!! ¡Qué mamones!. En el rápido descenso por pista no fui capaz de alcanzarnos. 

Y así llegué al kilómetro 48 y pico. No tenía claro cuanto quedaba de subida. Según mi gps llevaba bastante menos desnivel del que indicaba la organización y las cuentas no me salían. Del 48 y pico hasta el 50 y pico otra buena subida. Y en el cincuenta y pico una pedazo trialera que serpenteaba barranca abajo. Un pelín delicada para mi gusto y sin margen para cometer errores. Cuando se puso muy fea desistí y preferí bajar de la bici para evitar males mayores.

Nuevamente acabé en la riera. El gps seguía empecinado en decirme que quedaba más desnivel del previsto pero ya estaba en el kilómetro 52 y esa cifra no podía ser real. Y efectivamente, antes de darme cuenta la pista por la que estaba ascendiendo desembocó en la carretera. Rocafort ya lo tenía a tiro de piedra. Quedaba subir un poquito pero con el alivio que supone pedalear por asfalto el cansancio se hizo más llevadero.

El ambiente en Rocafort fantástico. Un voluntario iba anotando las llegadas en un smartphone. Cinco minutos después llegaría Juan y juntos pudimos disfrutar de unos estupendos platos de butifarra amb cigrons.

Y eso fue todo. 

Si queréis un soplo de aire fresco para descansar y alejaros de la ya tan trillada Travessa no lo dudéis y apuntaros el año que viene a la Rocaffortina.

La clasificación:

Posició Hora         Dorsal   Cognoms Nom

21         12:47:18        3       Miguel

31         12:54:56      33       Juan Antonio

http://www.rocaforttina.cat/2015/09/09/classificacions/